sábado, 14 de abril de 2012

Circulación antes del nacimiento

Antes del nacimiento, la sangre de la placenta retorna al feto a través de la vena umbilical. Esta vena umbilical, al aproxiarse al hígado, pasa a través del conducto venoso, evitando combinarse, en lo posible, con la sangre desoxigenada que se encuentra en los sinusoides hepáticos, proviniente de la circulación portal (duodeno-hepática).
Un mecanismo de esfínter situado en el conducto venoso, cerca de la entrada de la vena umbilical al hígado, regula el flujo sanguíneo a través de los sinusoides hepáticos. Este esfínter se cierra cuando una contracción uterina (al momento del parto) aumenta demasiado el retorno venoso, de manera que se evita una sobrecarga repentina de la vena cava inferior y por consiguiente, del corazón.
El conducto venoso desemboca en el segmento hepático de la vena cava inferior, en el cual la sangre se mezcla con la sangre desoxigenada que vuelve de las extremidades inferiores, los riñones y los genitales, entrando posteriormente en el atrio (aurícula) derecho.
Del atrio derecho, la sangre pasa a través del llamado agujero oval (formando por el septum secundum y el remanente del septum primum) hacia el atrio izquierdo, principalmente la sangre que desemboca por la vena cava inferior y la vena cava superior pasa, preferentemente, hacia el ventrículo derecho.
En el atrio izquierdo, en donde la sangre se mezcla con la proviniente de los pulmones, pasa al ventrículo izquierdo, para seguir su trayecto hacia la aorta ascendente.

Nota: Como las arterias coronarias y carótida son las primeras ramas de la aorta ascendente, la musculatura cardíaca y el cerebro reciben sangre bien oxigenada.

En el ventrículo izquierdo, que como ya se mencionó contiene la sangre proviniente de la vena cava superior, fluye hacia el tronco pulmonar, pero debido a que en la vida fetal, la resistencia de los vasos pulmonares es elevada, la mayor parte de la sangre pasa a través del conducto arterial hacia la aorta descendente, evitando así pasar por los pulmones. Después de circular por la aorta descendente, la sangre fluye hacia la placenta a través de las dos arterias umbilicales.

Nota: Como ya habrá notado el lector, la vena umbilical transporta samgre con una saturación de oxígeno de 80% y las arterias umbilicales de 58%, contrario a lo que se creería, pues generalemente se maneja que las venas transportan sangre desoxigenada y las arterias sangre oxigenada. Por lo tanto, para evitar esta confusión se propone que se entienda a todo vaso sanguíneo que llegue al corazón como una vena y todo vaso sanguíneo que salga del corazón como una arteria.




Sadler, Thomas W., and Jan Langman. Langman: Embriología Médica : Con Orientación Clínica. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana, 2007. Impreso., 

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